No suelo tentar al diablo, pero a veces voy al baúl de los dilemas sátiros y dejo salir a unas cuantas sombras para poder rodar un nuevo episodio de ficción abstracta entre un sound track de Massive Attack y un procedimiento soberbio de realidad, nada se equipara con el éxtasis que produce enfrentarte a unos cuantos miedos, no hay nada como sacar el revolver a media noche para dispararle a los cuervos que revolotean sobre la cama y no nos dejan dormir, es como el drama que sustenta al fugitivo, que seria de su vida sin el precepto de justicia que lo persigue día y noche, el ser humano no aprovecha sus capacidades, es mas, no esta al tanto de las mismas, bailar tango con el miedo en una noche tormentosa inunda de adrenalina el sistema nervioso, y a pesar de que sabes que esta mal sigues y sigues andando entre el smog, y es esa danza solitaria y sacrilegica que se confunde en combates, pero no podemos hacerle guerra al miedo, pues es el quien nos hace sentir vivos y valorar este pedazo de existencia con fecha de expiración, una vida sin miedo seria una perdida de tiempo ahogados en la apatía de discernir si es mas relevante morir mañana o morir hoy, sin miedo las alturas son absurdas, los puñales dulces y la diversión escasa, es mucho mejor ser quien acabe los días con locura, que quien termine su vida sin nada que contar por no arriesgarse a morir y no hacerlo, es un juego sucio y peligroso, no apto para imbéciles; yo no creo en los rostros por que no son mas que rostros, a todos gusta la idea de tener poder, y beber de la panacea que nos brinda el triunfo sobre las adversidades, sobre el dolor, sobre nosotros mismos mucho antes de colgar las botas.
domingo, 14 de junio de 2009
Apología del temor.
No suelo tentar al diablo, pero a veces voy al baúl de los dilemas sátiros y dejo salir a unas cuantas sombras para poder rodar un nuevo episodio de ficción abstracta entre un sound track de Massive Attack y un procedimiento soberbio de realidad, nada se equipara con el éxtasis que produce enfrentarte a unos cuantos miedos, no hay nada como sacar el revolver a media noche para dispararle a los cuervos que revolotean sobre la cama y no nos dejan dormir, es como el drama que sustenta al fugitivo, que seria de su vida sin el precepto de justicia que lo persigue día y noche, el ser humano no aprovecha sus capacidades, es mas, no esta al tanto de las mismas, bailar tango con el miedo en una noche tormentosa inunda de adrenalina el sistema nervioso, y a pesar de que sabes que esta mal sigues y sigues andando entre el smog, y es esa danza solitaria y sacrilegica que se confunde en combates, pero no podemos hacerle guerra al miedo, pues es el quien nos hace sentir vivos y valorar este pedazo de existencia con fecha de expiración, una vida sin miedo seria una perdida de tiempo ahogados en la apatía de discernir si es mas relevante morir mañana o morir hoy, sin miedo las alturas son absurdas, los puñales dulces y la diversión escasa, es mucho mejor ser quien acabe los días con locura, que quien termine su vida sin nada que contar por no arriesgarse a morir y no hacerlo, es un juego sucio y peligroso, no apto para imbéciles; yo no creo en los rostros por que no son mas que rostros, a todos gusta la idea de tener poder, y beber de la panacea que nos brinda el triunfo sobre las adversidades, sobre el dolor, sobre nosotros mismos mucho antes de colgar las botas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)