martes, 13 de noviembre de 2012

¿Dónde diablos estás? (Basura de media noche)


"Cuéntame, Musa, la historia del hombre de muchos senderos,
que, después de destruir la sacra ciudad de Troya,
anduvo peregrinando larguísimo tiempo"

Homero - "La Odisea"
Me pregunto lo mismo cada vez que acudo al pergamino, te escapaste de mis manos como arena en tempestad, mi espada en flamas, mi escudo de hueso seco, mi prosa abandonada ¿reposas acaso bajo el hielo gris? ¿Fue la vida de vidrio y metal la que alejó a Calíope de mi hombro?

¿Qué será del mensajero si ha perdido su morada? Viajé lejos y me olvidé el secreto de mi guarnición, me perforó el monóxido y el papel moneda, ese del que depende este sistema insensato que nos empuja a todos a vivir como zombies desganados, probables, calculables, secos a morir, ese camino único que nos imponen los estándares y que recorremos los hombres para vivir como animales y morir como piedras.  

Son las flamas de las fallidas y pútridas urbes las que se llevan el arte de nuestros corazones, son las balas las que nos extinguen y el miedo el que nos aprisiona, es el verbo el que vence la sangre, el que eterniza la gloria de la sabiduría, es el verbo el que hace que un hombre sea inmortal, es lo único que despeja la ceniza y deja entrar la luz.  

¿Dónde carajo estás? Grité una vez más entre nieblas lunares cuando reptando te fuiste y solo quedaron tus pieles negras y tus alas rotas, debo domarte una vez más, he visto tu sombra sutilmente aparecer tras cada enigma, tras cada  estela de valor artístico como dejando señales, esta es mi declaración de guerra, voy a perseguir tu pólvora para cultivar mi don y padeceré con ansias este misterioso karma, a la espera del voraz instinto, del instinto inevitable, aquel que liberará mi puño, asentará mi espada y aleccionará a la musa una vez más