jueves, 3 de marzo de 2011

Destino


Desafiando el poder de la perspectiva.


Yo te voy a decir las cuatro cosas que quizás ya te han dicho, yo no creo en ti, voy contra la corriente y no cedo a la labia de aquellos que predican tu omnipotencia, no podrás quitarme mi poder de elección, soy yo quien blande el sable contra bestias para defender mi vida cada día, abriendo brecha y cerrando cuevas, soy yo quien elige que mar cruzar so pena de naufragar así como soy yo quien erigirá poner la cabeza en la guillotina; y que no me vengan con trampas, porque me niego a creer que nunca fui el dueño de mis decisiones ni el señor de mis triunfos, ni mas aun el dueño de mis tormentos y desgracias, si, por que hasta de eso soy dueño y lo digo con orgullo, ¿Cómo se puede creer que estamos vivos para seguir un guion? ¡Que ya todo estaba ganado o perdido antes de comenzar a jugar!  Serán mis pasos los que guíen mi camino al descanso eterno y mis ojos los que vean la realidad, mientras este vivo entregaré mis puños y mis sentidos a la lucha por la gloria y que el epitafio rece “artífice de mi  propio destino”


Si, ¿Que harías?

Porque soy el dueño de mi primera sonrisa, de mi primera palabra o de mi primer poema, no viene de ti el amor de mi familia ni los labios de mi chica, no son tus pinceles los dueños de mi querida y maltratada tierra, y si llegare alguna vez el día en que las velas dejen de ser mías, celebraré con orgullo haber llegado tan lejos, después de todo encaminado por la conciencia divina del de arriba y por la sapiencia humana que he buscado cultivar, yo no pretendo pasar por erudito, pero algo claro hay que tener en mente, somos dueños de nuestras acciones y podrá pesarnos o no el resultado de ellas, pero al final, nadie aparte de nosotros escribió nuestro vivir,  nadie ardió por nosotros nuestra llama, ni quemó nuestro avión antes de volar, sin destino que nos limite, dueños de nuestra vida y de lo nuestro, dueños de tanto, libres sin modo.

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