Consumir tus silencios contentivos de misterio u observar tus miradas repletas de suspenso, déjame sentir de cerca ese vapor destilado que exhalas para vivir y te conoce desde dentro
casi tanto como yo
Déjame conocer tu sed para poder saciarla
Déjame guardar tu voz en un lugar secreto donde el eco la mantenga viva para cuando me hagas falta.
Invítame a tu fuego, ardamos a morir hasta compartir cenizas; el día volverá a nacer
y solo entonces también nosotros.
Cómprame aunque sea un par de balazos si miento
en tal circunstancia, si no me matas tu entonces lo hará el síndrome de abstinencia
y entonces allí, postrado en un charco de pasión post mortem, mírame a los ojos y pregunta a mi cadáver lo que quieras, no hay nada mas honesto que el cuerpo sin vida de un hombre que murió por amor.
en tal circunstancia, si no me matas tu entonces lo hará el síndrome de abstinencia
y entonces allí, postrado en un charco de pasión post mortem, mírame a los ojos y pregunta a mi cadáver lo que quieras, no hay nada mas honesto que el cuerpo sin vida de un hombre que murió por amor.
Mira que nos une todo, el viento, que sabe lo que callamos, el cielo que nos ha visto juntos, el deseo, el sistema, el delirio, las metáforas, los tragos, las caricias y los sueños.
Deja que mis labios pernocten en los tuyos para dejarte entonces un recuerdo inmortal, voy a escribir un poema con mis dedos en tu piel
solo tu sabrás que dice, solo tu lo habrás creado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario